Cuatro poemas

Ingrid Valencia
abril-mayo de 2024

 

 

Un abrazo (detalle), Leonora Carrington, 2011. Fotografía: Mario Alberto Delgado


Fato profugus

 

Como un pianista que teje sus invisibles huellas mientras desplaza las manos, he colgado mis ojos sobre las piedras antiguas de una civilización perdida y he orado por los trazos aún vivientes que rasgan mi piel. Mis heridas rupestres van adheridas al sonido de aquel viento filtrado de entre las rendijas más irreconocibles y borrosas. Quizá la cuerda que jala la nota también sea parte de algún interior extraviado que, al igual que el mío, sirva de instrumento para el alma de quien lee.

 

Porque, a veces, también soy las entrañas vivas y dolientes que los otros estiran para hacer sonar su música.

 

 

El tiempo histórico

 

Hay tantas clases de hambre. En primavera todavía más. Pero ahora ya ha pasado. Ponerse a recordar, eso sí que es una especie de hambre.

Ernest Hemingway

 

El tiempo histórico es un cuadro dibujado por los dedos temblorosos de un niño que soñó con ser un hombre resguardado entre los arbustos de una guerra que no comprende, oyendo el movimiento pendular de las contradicciones que narran con altavoces el suceder, el parpadeo. El cuadro pende de un hilo, lo estira el hambre, lo embalsaba la misma mano que saluda al niño a la distancia. Lo coloco en este muro blanco en donde apenas caben sus inundadas huellas por detrás de los pigmentos.

 

Si lo miras fijamente, parecerá que aún sopla el viento entre las parcelas y el cableado.

 

 

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Ingrid Valencia

Ha participado en festivales de poesía en México, Canadá, España y Colombia. En 2016, obtuvo el Premio Internacional de Poesía “Pilar Fernández Labrador” de Salamanca, España, por su libro Oscúrame. Ha publicado los libros de poemas y plaquettes La inacabable sombra, De Nebra, One Ticket, Taxidermia, Un círculo en otro sol (Circle in a different sun), Oscúrame, Montañas del sureste mexicano, Poemas, Blue Holes, Contrapunto I.