Ilustración: Francisco Corzas, Médicos de la lengua, 1973, litografía, 50.5 x 40.5 cm, Acervo Artístico uam
Recuerdo la primera vez que me presenté a dar clase a la uam Iztapalapa. Acudí con el entonces coordinador de la celex, Javier Vivaldo Lima, quien me dirigió a mi salón y me presentó con mis alumnos. Enfatizó mi preparación profesional en enseñanza de inglés como lengua extranjera y destacó la trascendencia de los docentes en el proceso enseñanza-aprendizaje de idiomas en nuestra universidad. En aquel momento me hice consciente del valor de mi formación académica y, sobre todo, de la enorme responsabilidad que representa ser un educador en el área de idiomas en una institución pública de educación superior.
Cuando ingresé a laborar a la celex de la uam-i, ya hace más de una década, ignoraba la dimensión y el alcance del Programa de Enseñanza de Lenguas Extranjeras de esta casa de estudios. Habiendo sido profesor en otras universidades públicas como la unam y el ipn, nunca había enseñado inglés basándome en un programa de lenguas que, además de abarcar el evidente componente lingüístico que se espera en un sílabo de enseñanza de idiomas, también comprendiera cuatro ejes más, todos ellos enfocados en fomentar la adquisición integral de las lenguas extranjeras.
Esta particularidad del programa despertó mi interés en el documento rector de enseñanza de lenguas extranjeras de la uam-i, el cual exploré y analicé en detalle. El eje que especialmente llamó mi atención fue el de Culturas que, como su nombre lo sugiere, tiene el objetivo de exponer a los estudiantes a manifestaciones culturales de diferentes países en donde se hablan sus lenguas meta. Esto implica el abordaje en clase de materiales adicionales al libro de texto. Durante cada trimestre, se examina un país mediante sus producciones culturales, específicamente: un texto informativo, una novela graduada, una película, un poema y una canción. Todos estos trabajos, aparte de instalar a los alumnos en un continuo contacto con la lengua, los aproximan a una multiplicidad de realidades y pensamientos de distintas sociedades del mundo.
Al examinar los tres ejes restantes, se hizo notorio el carácter complementario que guardan entre sí todos ellos. El eje de Comparaciones consiste en el contraste de la lengua y la cultura de los estudiantes con las lenguas y culturas que están estudiando; pone de relieve cómo ambos idiomas y culturas coinciden o se alejan los unos de los otros, y otorga a los alumnos un mejor entendimiento tanto del código lingüístico como de la civilización extranjera. Los ejes de Conexiones y Comunidades poseen un carácter académico, pues es por medio de éstos que se pretenden vincular, por un lado, las áreas de estudio del alumnado con sus conocimientos de la lengua meta y, por el otro, el uso del idioma extranjero con una diversidad de contextos presenciales y virtuales fuera del aula.
Después de haber explorado el programa que rige a todas las lenguas que se enseñan en la celex, correspondía inspeccionar y profundizar acerca del currículo de enseñanza de inglés, detallado en el documento Lengua Inglesa y Culturas Anglófonas. Un enfoque intercultural al currículo universitario, cuya autora principal es Margaret Lee Meno. El texto puntualiza los datos antes descritos sobre los cinco ejes trasversales a todos los idiomas; no obstante, se centra en la descripción de los mismos para el idioma inglés. Al ser el eje de Culturas, en mi opinión, el más relevante junto con el eje de Comunicaciones (lingüístico), esperaba ahondar más respecto a los productos culturales que correspondían a cada uno de los niveles.
Mientras exploraba la selección de obras culturales asignadas a cada curso, me quedó clara la orientación intercultural del programa y el enfoque hacia la reflexión y el pensamiento crítico que se pretende desarrollar en los estudiantes. Sería insensato enlistar y caracterizar todos los productos culturales de los que consta el programa de inglés; sin embargo, traté de hacer un breve recuento de algunos de los que me han parecido particularmente destacados y que he trabajado en clase con mis estudiantes durante el tiempo que he empleado este currículo.
Los textos informativos ofrecen a los alumnos detalles no sólo culturales sino también factuales, geográficos, sociales e históricos acerca de diferentes países y regiones angloparlantes. Un par de territorios que se estudian son Estados Unidos y el Reino Unido, con títulos como The USA, American Life, y California, e England y Ireland, respectivamente. Las novelas graduadas comprenden clásicos como The Picture of Dorian Gray, de Oscar Wilde, y Of Mice and Men, de John Steinbeck. Algunas de ellas relatan hechos históricos; tal es el caso de The Last of the Mohicans, de Fenimore Cooper, concerniente a la situación de los nativos americanos en medio de una guerra entre británicos y franceses. Otras presentan realidades particulares: Walkabout, de James Van Marshall, narra un rito de paso por el que deben atravesar los adolescentes aborígenes para convertirse en adultos. Las películas involucran aquellas que, mediante distopías, elaboran críticas de sus propias sociedades como 1984 y The Mosquito Coast; o que retratan hechos históricos concretos como Michael Collins y Black Robe, entre muchas otras alrededor de una gran abundancia de tópicos.
Los poemas y las canciones engloban múltiples autores y, por tanto, una notable variedad de temáticas. Algunos tienen una carga histórica, por ejemplo: Dream Deferred (Harlem), de Langston Hughes, enfatiza la importancia de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en Estados Unidos, y Old Botany Bay, de Mary Gilmore, acentúa el papel de los convictos en el nacimiento de Australia como nación. Sobresalen canciones de significación patria: This Land is your Land, de Estados Unidos, y Walking Matilda, de Australia, son estimadas a modo de himnos no oficiales en sus países de origen. Otras exhiben realidades históricas: Black Fruit retrata los linchamientos de afroamericanos en Estados Unidos, y Both Sides the Tweed alude a conflictos internos entre ciertos estados del Reino Unido.
Resulta innegable que la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana no pretende reproducir modelos de enseñanza de lenguas de otras instituciones; por el contrario, siempre ha estado encaminada hacia una constante innovación que conceda a los estudiantes su pleno desenvolvimiento en una sociedad global lingüística y culturalmente plural. La prueba fehaciente de ello es el Programa de Enseñanza de Lenguas Extranjeras, el cual prevé la inmersión de los alumnos en un idioma, no únicamente mediante el uso de un libro de texto, sino en conjunto con la exposición y el análisis de producciones culturales internacionales. Esto, aparte de propiciar el desarrollo lingüístico de los estudiantes, los dota de una competencia intercultural, ya que el conocimiento y la reflexión sobre realidades ajenas a la propia los dirigen hacia la comprensión y el respeto de otras sociedades culturalmente diversas.