La experiencia surrealista en la poesía hispanoamericana, de Gabriel Ramos

Ángel Alexandro Porras Ortega
Octubre-Noviembre de 2022

 

Vista de la exposición Fantastische Frauen (Mujeres fantásticas) de Leonora Carrington en la Schirn Kunsthalle de Fráncfort, Alemania, en 2020. (Fotografía: Hans-Georg Roth / Corbis por Getty Images)


Como parte de la tradición crítica esbozada por Stefan Baciu, Julio Ortega y Luis Mario Schneider, aparece el libro de Gabriel Ramos, La experiencia surrealista en la poesía hispanoamericana. El autor, inspirado por una voluntad rigurosa y por un entusiasmo pleno, construye un análisis puntual que aporta a la discusión sobre los alcances del surrealismo en la poesía de América Latina. Para ello, Ramos se adentra en la poesía de cuatro autores de diferentes calibres en la tradición hispanoamericana: César Moro, Enrique Gómez-Correa, Enrique Molina y Octavio Paz. Al conjunto de las obras analizadas, el autor le denomina una marea resplandeciente, sugestivo subtítulo que acaso alude a la vocación del crítico como capitán de una barca sobre la marea incansable de la poesía.

La experiencia surrealista… pertenece a la colección “Libros del Laberinto”, publicada por nuestra casa de estudios; por consiguiente, el estilo, sin bien conciso y exacto, atiende a las exigencias de un público amplio, incluso novel en el estudio de la poesía. Tal como señala Gabriel Ramos, el fruto de sus investigaciones formó parte de distintas revistas de investigación y se consumó en su tesis doctoral ante el Colegio de México. Sin embargo, el afán de la colección exigió una depuración, tanto estilística como de contenido. El resultado es una grata experiencia de lectura, la cual se complementa con una elegante tipografía y una misericordiosa caja de texto.

La línea temática es simple: parte de la pregunta sobre “el alcance específico que el movimiento surrealista registró en la poesía hispanoamericana”. Así, el libro se organiza en cinco diferentes capítulos, más un breve liminar en donde se abunda sobre su proceso de realización. La estructura, en general, respeta un esquema sencillo, ya que el primer capítulo presenta una concisa introducción sobre los principios generales del surrealismo, así como la manera en que el movimiento surrealista se insertó en la literatura hispanoamericana. El autor resume ese segundo punto con la siguiente frase: “se explora el alcance con que el surrealismo, como acción, más allá de la adhesión primera, atravesó el Atlántico e impulsó nuevas realizaciones, en español, múltiples y mágicas, como el oleaje que Rimbaud vislumbraba”. En ese sentido, la propuesta de Gabriel Ramos es la de rastrear la manera en que una tradición poética se asimiló y se modificó en otra lengua.

Para el criterio de selección, el autor parte de un repaso teórico, en el cual identifica autores convergentes en el movimiento surrealista. Asimismo, identifica la particular representación que alcanzó este movimiento en las ciudades de México, Santiago, Lima y Buenos Aires. De ahí la selección de autores que componen el corpus de este libro (Moro de Perú, Gómez-Correa de Chile, Molina de Argentina y Paz de México). En La experiencia surrealista… se encuentra un afán inteligente por rastrear los valores estéticos y sociales (activismo) de cada uno de los autores, con lo cual se construye una selección diversa pero uniforme del surrealismo hispanoamericano.

Así, cada capítulo se centra en la obra de un autor. Los capítulos cuentan con momentos de análisis detallados, aunque también se incluye un parte monográfica e historiográfica que nutre el análisis e integra con amabilidad a los lectores poco avezados. Por esa razón, la erudición no es un requisito para la lectura de este libro. En sus páginas se hallan las herramientas suficientes para continuar la lectura con facilidad. Ahora bien, lo afable del estilo y los párrafos introductorios de cada capítulo no quitan el rigor de esta investigación. Para cada autor se encuentra un aporte significativo, un análisis atento y una provocación para lectores futuros. El carácter académico del texto queda sustentado en los análisis puntuales de poemas, en su comparación con la estética surrealista, así como en las búsquedas poéticas de cada autor. Ramos aprecia tanto el conjunto de la experiencia surrealista, como las minucias de los versos en cada uno de los poetas. De esta manera, analiza en orden cronológico las facetas de cada artista. En Moro encuentra ese vínculo temprano con París que lo lleva a construir un lenguaje de imágenes devastadas, un empalme con el cual se busca “romper, disgregar o encender las formas cósmicas”; del mismo modo, rastrea las fases que conducen a La tortuga ecuestre, cuyos poemas comienza a aparecen en 1938 y motivan la vuelta a la lengua hispana, pues Moro tenía cierta inclinación hacia la escritura en francés. En la escritura de esos poemas se encuentra una construcción que empata los ritmos con las imágenes, y se consigue una especie de sintaxis propia.

En cuanto a la obra de Gómez-Correa, el autor resalta la importancia de un ensayo: “Yo hablo desde Mandrágora”, el cual aludía al nombre de la importante revista publicada en Chile. Ramos destaca la semántica del vocablo, en donde se cifra a la vez su sentido de narcótico y afrodisíaco. En sus ensayos, Gómez-Correa expone, con un estilo impulsivo, muchos de sus principios poéticos y de sus afinidades con el surrealismo. De ese modo, la potencia de su poesía integra tanto ritmos como imágenes, y se mueve con la idea constante de confrontar el orden preestablecido. Entonces, en la poesía de Gómez-Correa se halla una cercanía con el automatismo, procedimiento que también busca una expresión de lo sensorial. El libro que Gabriel Ramos utiliza para ilustrar estos principios y para detenerse en un análisis puntual es Las hijas de la memoria, en cuyas páginas se reúnen textos escritos entre 1935 y 1940. Gracias a un proceso constante de ruptura y a la búsqueda perenne por el placer, este libro de Gómez-Correa consigue anteponer la temática de una experiencia más pura del mundo y los caminos de la inspiración.

En la sección dedicada a Enrique Molina, Gabriel Ramos resalta la importancia de la revista Proa como detonante para el surrealismo en la argentina. La publicación dio cuenta de la existencia de este movimiento y motivó un importante eco en el horizonte editorial de Buenos Aires. Si bien las primeras prácticas poéticas de Enrique Molina no eran del todo surrealistas, el autor argentino se integró con fuerza y, a partir de los ideales de amor, libertad y poesía, buscó una experiencia vital y creadora. Por esas afinidades con los preceptos surrealistas, Molina expone en Costumbres errantes o La redondez de la Tierra ese inicio de la carga surrealista, como una motivación para la libertad creadora.

Mención aparte merece la sección dedicada a Octavio Paz, ya que, si bien en los primeros tres casos se tratan las obras más significativas, en Paz se busca un alejamiento de las profusas recurrencias críticas. Más allá de Libertad bajo palabra, existe Semillas para un himno, obra con poca focalización, pero que, según Gabriel Ramos, es “la primera obra en verso donde se activa la experiencia surrealista paciana”. Así, el autor de este libro encuentra las afinidades de la búsqueda vital del surrealismo con la obra de Paz, y tiene la pericia de profundizar poco en los elementos ya conocidos del ganador del Nobel. En cambio, analiza con detenimiento el tema del lenguaje creativo en Semillas para un himno, con lo cual aporta un nuevo vértice en el análisis de la obra de este autor emblemático.

En general, La experiencia surrealista en la poesía hispanoamericana es a la vez una invitación y un estímulo; reúne la posibilidad de adentrarse en obras nuevas, al tiempo que incita a la discusión y a la continuación. Su selección es tan acertada como provocativa, pues aguijonea en las mentes de los críticos lectores y los exhorta silenciosamente a completar el camino. La marea del surrealismo seguirá con muchos otros resplandores por explorar.

La experiencia surrealista en la poesía hispanoamericana. Una marea verbal resplandeciente: Moro/Gómez-Correa/Molina/Paz

Gabriel Ramos

México, UAM, 2020, 221 pp.

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Ángel Alexandro Porras Ortega

(Ciudad de México, 1995)

Es licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la unam. Algunos de sus textos de creación literaria han aparecido en las publicaciones digitales Marabunta, Tlacuache y El gallo galante. Actualmente es maestrante en el posgrado de Literatura Mexicana Contemporánea de la Unidad Azcapotzalco de la uam.