Nube divina
Retrospectiva de Santos Motoapohua de la Torre

James T. Ramey
Febrero-marzo de 2024

 

En “Nube divina”, la primera retrospectiva de un artista wixárika contemporáneo, nos sumergimos en la cosmovisión de Santos de la Torre, cuyo nombre wixárika, Motoapohua, se traduce como “Eco de la Montaña”. Este nombre encapsula la resonancia profunda de su arte, y destaca en el documental del mismo nombre que celebra su obra y su defensa de la ruta sagrada a Wirikuta de su pueblo.

Nacido en 1942 en Santa Catarina (Tuapurie), Jalisco, Santos vivió una infancia marcada por la pobreza, pero rica en tradición espiritual. Su arte, iniciado a los veintitrés años, se enfoca en representar los dioses, o “ancestros deificados”, de Tuapurie, privilegio concedido por las y los ma’arakate (chamanes) de su comunidad.

Desde los estambres de sus primeras obras hasta los murales de chaquira que lo consagraron, Santos ha trazado un camino artístico singular. Su obra Sonido de músico, compuesta por cien piezas, marcó el inicio de su aclamada serie de murales de gran formato. Estos murales, especialmente Pensamiento y alma huichol en la Estación Palais-Royal-Musée du Louvre, en París, presentan un universo de deidades, mitos y naturaleza wixárika, y capturan la riqueza espiritual de su cultura en una escala monumental.

En esta retrospectiva, se destacan las imágenes de diversas divinidades, verdaderos “nierikas” o ventanas a lo divino, un elemento especialmente significativo dado que el pueblo wixárika es de los pocos en México que continúan venerando a sus dioses prehispánicos. Para esta cultura, la representación de un ser divino no es solo una imagen; se convierte en parte de la esencia de esa divinidad. Con el consumo ceremonial del cacto peyote, estas imágenes cobran vida tanto para el artista como para su comunidad, y permiten además un diálogo entre mundos.

En las obras aquí reunidas, Santos integra experiencias personales y visiones místicas, fruto de peregrinaciones y rituales sagrados, ofreciendo una mirada a la memoria ancestral del pueblo de Tuapurie. Su familia ha jugado un papel crucial en la creación de cada obra, desde el trazo inicial hasta la colocación de chaquiras, asegurando que cada pieza sea un testimonio auténtico de su legado y visión.

Aunque las obras wixárikas suelen ser clasificadas como “artesanías”, esta retrospectiva demuestra que Santos es un verdadero artista que ha llevado el arte wixárika más allá de sus fronteras tradicionales, elevándolo a un medio de expresión que revela una profunda conexión con la vida, la tierra y el espíritu.

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

Fotografía: Mario Alberto Delgado, Coordinación General de Difusión

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James T. Ramey

Recibió el doctorado en Literatura Comparada con Énfasis en Estudios Fílmicos en 2007 de la Universidad de California de Berkeley. Actualmente es Profesor Investigador, Titular C, adscrito al Departamento de Humanidades de la UAM-Cuajimalpa, y es miembro del Cuerpo Académico “Expresión y Representación.” Ha sido reconocido con el Premio “A. Owen Aldridge” de la American Comparative Literature Association y con el Premio “Teaching Effectiveness” de Berkeley, además de una beca Fulbright.