L3TARG0 / Homi Cida

Germán Robles Pérez
Febrero-marzo de 2024

 

 

Fotografía: Rodrigo González Olivares, "El peso de la plaza", 16 de diciembre de 2023, Monumento a la Revolución.

 

No tienen expediente ya chequé son puro pedo

Pa' hacerlo verdadero nomas se ocupan huevos […]

Si te vienen a contar cositas malas de mí

Diles que sí que yo te dije que sí fui

Cartel de Santa, “Si te vienen a contar”,

Los últimos tres meses pasaron sin bajar el tono. Sentados en el estudio, el Homi y L3TARG0 veían el ventilador girar mientras le daban vueltas a cómo tranquilizar el pedo; llevaban más de media hora en silencio, las bocinas ya no sonaban las nuevas instrumentales de L3TARG0; tenían la mirada perdida en las formas que el humo de la mota y el ventilador trazaban y disolvían, como sus ideas. Les corría la rata, pero en círculos.

—Estoy a nada de escribirles la tiradera, L3TA. Chance y ni ocupo escribirla y me la aviento así de sobres.

—Estás viendo y no ves, cabrón.

—Entiende que lo último que quiero son pedos, ¿quién me tiraría el paro acá en Wanatos?

—¿Y estamos pintados o qué onda? También el Tony y el Brinco se fletan. Por algo somos clika.

Además, recién los conocía, pensó el Homi.

—Ni sabemos cuántos son ellos, we, relájate un chingo. Tampoco sabemos qué se traen. Aunque somos cholos, esos vatos se están pirateando así de a gratis y eso está raro. No debí de haberme venido del Estado.

Desde que Homie llegó a Guadalajara, los de Favela Récords no quitaron el dedo del renglón. El Homi ya sentía la presión pulsándole en el cuello. Al principio, creyó que era un drama, como esas producciones de Hollywood donde los negros se ven glamurosos con pistola y paño. Estaba seguro que los de Favela fingían para echarle salsa a los tacos y mover mejor sus rolas. Nunca se los había encontrado en persona ni tenían conocidos en común. Razón para problemas no había. A pesar de eso, subieron el tono semana tras semana. Empezaron a publicar tiraderas, que la gente del Estado no valía verga y quién sabe cuánto. Nada personal. Como no respondió, empezaron a sacar cosas que no tenían por qué saber, como la morra que dicen que el Homi mató. Pero cuando mencionaron la dirección donde creció en San Mateo Atenco, donde todavía estaba su mamá, se le erizó la espina dorsal y ahora sí la cantó: “hay pedo”.

—No te agüites, Homi, aliviánate y olvida el pasado. Vele el lado bueno, esto hace que tu música se mueva más, en una de esas ya podrás cobrar shows por la fama esta que se te está haciendo. Es más, ai’ te va: grábales la canción, respóndeles la tiradera. A mí se me hace que eso es lo que ellos quieren, y hasta que no se los des van a estar a chingue y chingue. Sirve que te inflas más y ahora sí a cobrar por tus shows.

—¿Tú crees?

—Pues es lo único que se me ocurre. Llevamos semanas, meses, echándole coco y nada. Dejan los mensajes en visto y pues ir a hablar tampoco suena muy bien que digamos. Además, puedes decir lo que quieras en una rola, we, nadie sabrá si es verdad o es puro verbo.

 

Homi Cida

Coro x2

Peligroso como el SIDA

Si te pego no me olvidas

Yo domino la tarima

Aguas con el Homi Cida

 

Verso

El más gangsta de los gangstas

Ya llegó para Jalisco

Más maniaco que unas pastas

Con L3TARG0 y con el Brinco

 

Con el Tony y no es Tonayan

Puro cholo en mi equipo

Me mal vibro y no es de agrapa

Somos Los Pobres Más Ricos (LPMR)

 

Venimos a reventarla

Y no es casa e’ seguridad

El desmadre no son narcobloqueos

Es Homi en tu ciudad

 

Los pinche Favela Récords

Nos la vienen a pelar

Solo andan de argüenderos

Ya ni saben qué inventar

 

Coro x2


—Siempre le atinas al ritmo, Homi. ¿Cómo le haces para contar las palabras?

—El que sabe, sabe, como dice el papi Tego Claderón. Me sale así nomás, casi todas las improvisé.

Si bien evitó decir cosas directas para no echarle demasiada leña al fuego, la rola sonó en todos lados, como alarma sísmica diría el Homi. Interpretaron eso como buena señal y decidieron seguir adelante. La respuesta por parte de los Favela fue el silencio. De vez en cuando seguían sacando una tiradera pero le bajaron, por lo que LPMR consideraron que la suposición de L3TARG0 era correcta. El plan había sido exitoso. Se animaron a una segunda tiradera y tuvieron el mismo recibimiento. Ya podían sacar rolas de otros temas y aún así acumular buenos números en YouTube y Spotify. Homi Cida y el resto de LPMR se ganaban su lugar en Guadalajara.

Aprovecharon para grabar un par de videos. Unas morras chidas, los grafitis más perros de la ciudad, incluyendo tags de L3TARG0 y Brinco, y una fiesta memorable. Obviamente el Homi protagonizaba el primer plano con movimientos de mano y un toque. Detrás, L3TARG0 con su Akai MPC y un cubrebocas para cubrir su cara. Brinco y Tony también aparecieron en algunos cuadros.

El siguiente paso era lógico: promover los shows en vivo. Salieron a la calle y repartieron flyers promocionando sus redes sociales, pintaron bardas, pegaron calcas. El Homi improvisaba en los camiones urbanos. Además de las rolas escritas, su habilidad para freestylear como Aczino llamaba la atención de cualquiera. Poseía el carisma para señalar a cualquier transeúnte y agradar, rimaba tanto con los postes de la calle como con las bolsas del tianguis. La ciudad entera era su instrumental, y a él le sobraban las palabras para convertirla en rolas que a veces eran grabadas en los celulares de los espectadores. De nuevo, las predicciones de L3TARG0 acertaron, organizadores de eventos en vivo se acercaron para ofrecerles unos jugosos pesos.

—Qué chingón, L3TA, nos pagan por rapear, fumar y pistear.

—El chiste es entrarle macizo, cabrón. Sin miedo. Por algo te viniste a Wanatos, tú eres chingón y le entras a los vergazos, mi perro. ¿Apoco no?

—Salud por eso.

 

 

Fotografía: Rodrigo González Olivares, "El peso de la plaza", 16 de diciembre de 2023, Monumento a la Revolución

 

Una noche, acostado en su cama fumándose un porro, el Homi se sinceró consigo mismo. Le era muy clara una espina que tenía enterrada en lo profundo de su persona. Algo no le terminaba de cuadrar. La vieja maña de desconfiar cuando todo fluye. Como si los intestinos le dijeran que se trataba de la calma antes de la tormenta. Le gruñía la panza, como que le quería doler. Prefería pensar que era la paranoia de la mota, puro trip suyo, que las cosas seguirían el mismo cauce que llevaban.

Ocurrió el primer show en vivo de la nueva época para Los Pobres Más Ricos. El recibimiento de los asistentes fue cálido como un hogar con padres que se aman, pero a la vez enérgico como convención de líder popular. Las manos arriba de las personas tapaban tanto que no alcanzaban a ver una pisca del suelo. LPMR aventaban porros al público durante su presentación, a pesar de las advertencias de la ley.

Al fondo del foro, arranados en las esquinas, Homi identificó a unos de Favela. No le quitaron la mirada de encima. Bien avisados estaban Brinco, L3TA y Tony, listos para accionar. “Nada de armas”, fue la única regla para entrar, pero ellos tenían sus precauciones guardadas en la cintura. Ventajas de ser artistas. Excepto Homi, que se sentía más cómodo limpio. Sonaron una, dos y todas las rolas, hasta que tronaron el audio justo antes del final del show por la fiestota que se traían. Nadie reclamó que la tocada acabara poco antes de lo planeado. El ambiente vibraba y no solo por el bajo. ¿Y los Favela? Nada. Homi no se dio cuenta el momento en el que desaparecieron.

Regresaron a casa con billetes. Al día siguiente fueron al estudio de tatuajes para cada uno rayarse una inicial de Los Pobres Más Ricos en la patilla derecha.

L3TARGO empezó a manejar al grupo, ya conocía a gente en la ciudad. Era el más movido. Agendó el segundo evento, que fue igual o mejor. El tercero siguió la tendencia, y luego, el cuarto. Los Favela continuaron asistiendo, con la misma actitud.

—L3TA, ¿qué pedo? ¿En qué momento crecimos tanto?

—Todo por culpa de esos pendejos de Favela, ¿no?

—¿Pero qué? ¿Tendrán envidia? Le bajaron de huevos pero siguen cayéndole a los eventos.

—Yo creo que ya se quedaron pendejos por el foco.

 

El quinto evento fue una locura.

—¿Puedes creerlo, Homi? Nos pagarán diez veces más.

—¿Pero quién es o qué?

—Sepa la verga, no he preguntado. Igual te aviso qué show. Le digo que simón, ¿no?

—Sobres.

 

Los LPMR llegaron temprano. Hicieron prueba de audio, su nuevo mánager les pedía que se profesionalizaran, y por la cantidad de dinero pactada ellos jalaban. A Homi le llamó la atención no ver a ningún Favela. Practicaron dos, tres rolas. Todo bien.

Pasó muy rápido.

Entraron unos vatos apuntando directo al Homi, no los reconocía de la cara. L3TA le aventó una fusca para defenderse y sacó otra para sí.

—¡Sobres, ora sí a ver si muy “Homi Cida”, póngase chido!

 

El príncipe

Coro x8

Tiro fajos de billetes

Sueno recio como cuetes

 

Verso

Sueno detrás de las barras

Como nunca lo pensabas

Atravieso las paredes

Para llegar a tu casa

 

Encerrado pero libre

Esta música me escribe

Y me lleva a viajar

Alto como dirigible

 

Nunca dejaré de darle

Ni cantar soy inocente

Que también soy de la gente

Y que así se compromete

 

Los amigos, los bandidos

Enemigos y vendidos

Todos en el mismo equipo

Para siempre aquí sigo

 

Coro x8

 

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Germán Robles Pérez

(Guadalajara, Jalisco, 1995).

Estudió Letras Hispánicas. Publicado en la antología Guadalajara en sus narradores jóvenes, producto de un concurso de la Universidad de Guadalajara. Asistente del taller de cuento breve de Cecilia Eudave, dentro del programa Guadalajara Capital Mundial del Libro.