Un espacio experimental para el arte en la Galería Metropolitana
El Colectivo Interspecifics

Mónica Benítez Dávila
Agosto-septiembre de 2022

De Codex Virtualis (2020)


Así como Duchamp introdujo el concepto del ready made al momento de redefinir un objeto de manufactura industrial como arte, el estudio es, para el artista norteamericano Bruce Nauman, el lugar en donde cualquier cosa que ahí acontece puede ser arte.  Con esta premisa, Nauman reconceptualizó al estudio como un espacio de experimentación creativa desde los años sesenta, como un laboratorio de pensamiento libre y abierto, como un lugar para experimentar procesos de pensamientos. Bajo esta apuesta conceptual, el matemático y artista ha trabajado desde entonces. Es en su estudio donde ha experimentado con los descuidos de los movimientos del cuerpo; con los lenguajes de la teatralidad del absurdo; con la frustración, la crueldad, la vulnerabilidad; con diferentes medios, conceptos y materiales. La mente científica está presente en la lógica de su trabajo, que incluso puede ser absurdo y contradictorio.

 

 

Micro-rhythms (2016)

 

Nauman nos ha enseñado a prestar atención, algunos trabajos pueden parecer simples, pero si se mira el detalle, el potencial de la obra se expande infinitamente al entender sus metáforas, y es ahí en donde está el brillo, la poética, la complejidad científica que hay en Nauman. Experimenta magistralmente, por ejemplo, con las estructuras temporales —como lo hizo alguna vez Cage con la música o Warhol con la eterna duración de sus obras audiovisuales—, utilizando la repetición como acto reflexivo del tiempo: en sus filmes emplea su cuerpo como una escultura móvil de movimiento perpetuo, un movimiento abierto e inacabado. Todo ese trabajo creativo acumulado se convirtió en un referente del espacio experimental, de la experiencia y la exploración producida en un estudio. Sabe, además, manejar múltiples medios y elementos tecnológicos como metodología práctica empírica y ha logrado con creces que ese crisol de productos creativos y diversos entablen una comunicación deliciosa al momento de exhibirlos. Nauman hurga, revuelve y se mueve entre los intersticios del arte para proponer nuevas maneras de hacer y nuevos modos de pensar.  

Cuando visité el estudio abierto que el Colectivo Interspecifics montó en la Galería Metropolitana, muchos de los referentes de Nauman invadieron inmediatamente mi mente y mi tripa y mi boca y mis oídos. Interspecifics se define como un colectivo y un estudio de investigación artística en el que participan Leslie García, Paloma López, Felipe Rebolledo, Emmanuel Anguiano y Alfredo Lozano. Este colectivo hizo una residencia y un estudio abierto para el público in situ en la Galería Metropolitana, de tal forma, que todo lo que sucede ahí es arte, arte a modo de la premisa Nauman.

 

 

Ensamble terrestre (2018)

 

Interspecifics, a diferencia de Nauman, quien trabaja y desarrolla sus ideas en la intimidad, crea arte individual y colectivo. El grupo describe su propio proceso creativo como el producto de “un muro de investigación” que está constituido y armado por varios segmentos. Cada muro es el resultado del producto de un problema que resolvieron en colectivo y cada integrante de éste es un segmento de él. Con este concepto, Interespecific reconoce, por un lado, el potencial del trabajo individual en el estudio, ya que cada segmento es el producto de un proceso de investigación profunda de un integrante del colectivo, es decir, cada uno experimenta con sus propias herramientas técnicas, materiales y métodos de trabajo para generar su propio segmento; por otro lado, está consciente que lo colectivo permite construir y diseñar un muro más sólido con entretejidos más fuertes al momento de unir  todos los segmentos. De esa manera, al completarse el cuerpo de trabajo podemos leer historias culturales y elementos más ricos, diversos y abiertos e incluso inacabados si los pensamos como procesos, porque el muro es construido a través de un proceso interdisciplinario colectivo que logra  “impregnar de sentido una investigación liberada para la experiencia estética”.[1]

A los integrantes del colectivo artístico les interesa experimentar y hacerse preguntas entre las grietas y baches que unen y separan al arte, la ciencia y la tecnología, aunque cuando generan sus productos artísticos experimentales se abren a cualquier tipo de conocimiento; replantean investigaciones y en particular la cibernética es un espacio de particular interés. En la Galería Metropolitana decidieron montar Los Archivos Mente-Materia, que contienen revelaciones, enigmas y problemáticas sobre la consciencia. Les interesaba mostrar que todo su proceso creativo es parte de la experiencia poética, la poética de los sentidos. Cada pieza es un segmento, una pregunta abierta, un espacio a la imaginación hacia diferentes formas posibles. Ocho espacios experimentales diferentes podían ser visitados: Form Studies (2022); Memoria Esférica (2019); Deep Self (2021); Bio Tracker (2018); Las topologías del deseo (2018);  Recurrent Morphing Radio (2020); Aire V.3 (2020) y Codex Virtualis_Genesis (2021). Ahí estuvieron los artistas trabajando cada día, interactuando y experimentando y tomando datos biométricos o trabajando con los sentidos de los visitantes con sus instrumentos de laboratorio. Durante el recorrido, un integrante del colectivo daba la explicación de una pieza y el público interactuaba con alguna medición o pregunta. Como parte de su proceso creativo, ofrecieron conciertos sonoros algunos días de su estancia artística utilizando como materia prima sus propios laboratorios, con esto se generaron más productos artísticos en vivo. 

El espacio experimental que me atrapó en particular fue el de Memoria esférica. Ahí, Leslie García invitaba a probar unas pequeñas esferas transparentes con una textura muy suave y delicada como de gelatina. La artista construía en tiempo real esas esferitas, gracias a un aparato de destilación que desdobla los hidratos de la tierra que, al contacto con el aire, se impregnan en un gel comestible capaz de solidificarse, según se explicaba en la cédula de la sala. En la misma mesa, a su lado, había una bio impresora capaz de producir una esfera con dicho material.  

 

 

De Codex Virtualis (2020)

 

Cuando el público acepta introducir la pequeña esfera a la boca, como un acto de fe a la imaginación y a la curiosidad, ésta se desintegra e inicia la experiencia justo en el momento de absorber ese delicado material por todas las papilas gustativas. Esas esferas liberan el olor a Petrichor que viaja desde la faringe al bulbo olfativo, una zona del cuerpo en las que ocurren conexiones directas a otras áreas del cerebro, vinculadas a las emociones y la memoria, como son las amígdalas y el hipotálamo, se nos informa como complemento en la cédula de la obra. Y sí, efectivamente, las papilas se conectaron con mi memoria pasada. El Petrichor es el olor que desprende la tierra cuando cae la lluvia en suelo seco, y cuando ese olor es entendido por el cuerpo, el cerebro regresa a un espacio de memoria individual como un regalo, devuelve las sensaciones y sentimientos íntimos de alguna experiencia pasada con la frescura de la tierra mojada en algún momento de tu vida. Yo recordé a mi abuela y mis paseos por el campo con mis padres. Algunas de los que degustaron el olor a Petrichor hablaron sobre otros recuerdos nítidos de su niñez, otros, sobre el recuerdo de ese olor asociado con algún accidente en el campo mojado. Todas las experiencias cabían en ese espacio experimental. Memoria Esférica es una de estas piezas que nos enseña lo que un artista —o un colectivo— puede ser y lo que es capaz de hacer.

 

 

De Topologies of desire (2016)

 

Nauman no se restringe con las posibilidades del desarrollo de su trabajo en su estudio, y hoy, artistas contemporáneos como el Colectivo Interspecifics han aprendido con creces a explorar con ese espíritu abierto para seguir experimentando con temas, materiales y tecnologías. El colectivo investiga y abre diálogos con artistas del pasado para llevar la batuta del futuro, y es que esa mirada abierta del colectivo busca generar objetos que a su vez generen más preguntas.

El Colectivo Interspecifics se mueve en esos espacios que apuntan a imaginaciones poéticas distintas y crean otras formas posibles en su laboratorio de ideas, ideas que se convierten a su vez en una nueva escuela de pensamiento, del pensamiento abierto.


[1] Hoja de sala, Galería Metropolitana, 2022.

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Mónica Benítez Dávila

Directora de la División de Ciencias Sociales y Humanidades. Investigadora Titular C. Tiempo Completo, adscrita al Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma.