Augusto Monterroso y su paso por algunas editoriales

Laura Elisa Vizcaíno
Noviembre-diciembre de 2021

 

 

El 21 de diciembre de 2021 no solamente será el equinoccio de invierno, sino también se cumplirán 100 años del natalicio de Augusto Monterroso. ¿Quién fue este escritor y por qué celebrarlo? Actualmente es muy citado uno de sus textos más breves, “El dinosaurio”: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Sobre estas siete palabras se han hecho estudios críticos, así como reescrituras que una y otra vez plantean posibilidades de ese protagonista sin nombre y su experiencia jurásica. En lo personal, es un texto que me ha servido para introducir a los niños en el ejercicio de la escritura y generarles un motor a su imaginación. En el lector adulto también he notado diversas reacciones: se apropian del dinosaurio para críticar políticas de gobiernos dictatoriales, o generar cuestionamientos sobre la cualidad literaria en algo tan breve.

Lo curioso es que la obra de Monterroso es mucho más que esa fama. A continuación enlisto sus obras para después dar paso al recorrido editorial.

 

Obras completas (y otros cuentos)   [1959]

La Oveja negra y demás fábulas   [1969]

Movimiento perpetuo  [1972]

Lo demás es silencio   [1978]

Viaje al centro de la fábula  [1981]

La palabra mágica   [1983]

La letra e  [1987]

Los buscadores de oro   [1993]

La vaca   [1998]

Pájaros de Hispanoamérica   [2002]

 

Probablemente quien lanzó “El dinosaurio” al estrellato fue el escritor mexicano Edmundo Valadés, quien editó El cuento. Revista de imaginación durante la segunda mitad del siglo xx. Esta publicación periódica convocaba a un “Concurso de cuento brevísimo”; la convocatoria que salía en cada número citaba a “El dinosaurio” como ejemplo para que el público supiera lo que su editor esperaba publicar en su revista. Se trataba de literatura breve con una narrativa sugerida; es decir, lo que más adelante bautizó Valadés como “minificción”. 

En el género de la brevedad, Monterroso también es conocido por su libro La Oveja negra y demás fábulas, que se compone de textos de un párrafo o menos, textos que utilizan el formato tradicional de las fábulas clásicas para crear una sátira de las ineptitudes humanas. En cuanto al género de la novela, tan solo escribió una, Lo demás es silencio, pues la mayoría de sus títulos son cuentos y ensayos que mezclan la autobiografía, las anécdotas y las reflexiones literarias.

Existen muchos caminos para acercarse a la obra de Monterroso; el que aquí propongo es mediante la bibliografía o bien su panorama bibliográfico. Es decir, comprender al autor tomando como guía las editoriales e instituciones culturales en las que participó. Entonces, dejaré de lado al dinosaurio aunque éste, por su enormidad, se vuelve omnisciente.

Conocer las redes culturales de Monterroso demuestra que dejó huella en muchas partes, empezando por su nacionalidad. Hasta la fecha lo discutimos entre Honduras, Guatemala y México. Nos conviene como estandarte por su calidad literaria. Pero la realidad es que nació en Tegucigalpa, vivió su juventud en Guatemala en el momento de la dictadura del general Jorge Ubico, fue apresado por manifestarse y fundar un periódico de crítica política, por lo que pidió asilo en México, a donde llegó en 1944.

Tanto Francisca Noguerol —La trampa en la sonrisa: sátira en la narrativa de Augusto Monterroso, Universidad de Sevilla, 2000— como An Van Hecke —Monterroso en sus tierras: espacio e intertexto, Universidad Veracruzana, 2010— se han dedicado a preguntarse sobre la relación de la actividad política de Monterroso con su misma obra y detallan a mayor profundidad su biografía. Respecto al panorama editorial aquí propuesto, nos permite acotar, en pocas líneas, tanto sus títulos como sus redes de trabajo.

Toda la obra de Monterroso fue publicada en México y después reeditada y traducida en otros países. Su primer libro, Obras completas (y otros cuentos), donde aparece por primera vez el famoso dinosaurio, se publicó dentro de la UNAM bajo su sello Imprenta Universitaria. La Universidad fue representativa en la trayectoria del autor. Desde sus primeros años en México, asistió como oyente a la Facultad de Filosofía y Letras, fue director editorial de la colección “Nuestros clásicos”, e impartió talleres literarios a los que asistieron autores que conforman el canon de la literatura mexicana reciente: Juan Villoro, Bárbara Jacobs, Guillermo Samperio, Álvaro Uribe, Agustín Monsreal, Marco Antonio Campos, entre otros.

En todos los años de laborar en la UNAM, Monterroso conoció a importantes personalidades que lo impulsaron en su carrera literaria, como a José Emilio Pacheco, mientras trabajaba en la Revista de la Universidad; a Henrique González Casanova, quien lo animó a publicar su primer libro. Y a Rubén Bonifaz Nuño, a quien Monterroso manifestó su admiración y le pidió que revisara su obra antes de que saliera a la luz. Y fue en la Universidad donde igualmente publicó Viaje al centro de la fábula en 1981.

Su segundo libro, La Oveja negra (1969), se publicó en Joaquín Mortiz, editorial que tuvo mucho peso en los circuitos literarios de los años cincuentas y sesentas. Su fundador fue Joaquín Díez-Canedo, quien llegó a México con los exiliados españoles y trabajó como editor en el Fondo de Cultura Económica, antes de conformar su propia casa editora. Monterroso trabajó en aquellos años como corrector del fce, donde entabló amistad con Alí Chumacero, Jaime García Terrés y don Joaquín. Una parte del prestigio de Monterroso se debe a las ediciones de Joaquín Mortiz dentro de su serie Nueva Narrativa Hispánica, misma que la editorial compartía con Seix Barral en Barcelona. Razón por la que La Oveja es traducida al catalán, además de otros catorce idiomas.

Grupo Planeta absorbió lo que era Joaquín Mortiz en 1982 y, por tanto, sigue reeditando a La Oveja en su “Biblioteca de Bolsillo”. Dentro de las editoriales españolas, Monterroso también es publicado en Alfaguara, RBA, Alianza y Anagrama; en ocasiones se trata de ediciones conmemorativas que reúnen varios de sus libros en una antología, o bien para dar a conocer la representatividad hispánica, como la colección "Narrativas Hispánicas" de Anagrama. Por su calidad literaria, no hay duda de que el autor llegaría al reconocimiento internacional, pero dentro de las redes culturales que nos interesan, es necesario reconocer a Seix Barral que, en conjunto con Joaquín Mortiz, influyeron en esa mirada del otro lado del continente.

Dejo para el final a la editorial mexicana que, además de reimprimirlo, lo reedita hasta la fecha. Se trata de Era, la agencia editora que nace a la par de Joaquín Mortiz en la década de los sesenta. Ambas tuvieron intención de publicar la mejor literatura del momento. Por ello, varios autores participaban en ambas casas; mientras que Vicente Rojo, cofundador de Era, elaboraba las portadas de algunos libros de Monterroso en JM. La edición más reciente de La Oveja negra realizada por Era es de 2017, con ilustraciones muy originales de Germán Montalvo.

De manera muy breve he hablado de algunas de las editoriales que marcaron la trayectoria del autor. Dejo de lado las que lo publican a manera de homenaje como el Fondo de Cultura Económica o las que utilizan la obra de Monterroso en el aula y reflejan la importancia de su obra dentro de la educación, como las coediciones con la sep y Conaculta. Sin embargo, con las ya mencionadas, se puede trazar el mapa por el que Monterroso se movió y que nos lleva a los circuitos literarios del siglo xx en México, así como su inserción en las editoriales españolas. En resumen, nuestro autor estuvo en los espacios necesarios para dar a conocer su literatura.

La calidad y solidez de los títulos publicados por Augusto Monterroso fueron galardonadas en el año 2000 con el Premio Príncipe de Asturias. Todo certamen literario también es reflejo de un campo cultural y, en este caso, de la recepción positiva de su obra. Veintiún años después, podemos seguir otorgando el valioso reconocimiento a Monterroso por sus aportes a la literatura hispanoamericana que permanecen hasta la fecha.

 

Ir al inicio

Compartir

Laura Elisa Vizcaíno

(Ciudad de México, 1984). Es doctora en letras por la UNAM, donde labora como investigadora y docente. Publicó el libro para niños El barco de los peces pirata (Fernández Editores, 2014), el libro de microrrelatos CuCos (Ficticia Editorial, 2015), Bienmesabes (La tinta del silencio, 2017).