Entrada a las exposiciones Comerse el ojo y 900 Territorios
Según su definición, “laNao es una plataforma de desarrollo y profesionalización del arte contemporáneo emergente en México que busca incentivar un nuevo coleccionismo y brindar un espacio formal para artistas y curadores.
En el corazón de la colonia Condesa, en un espacio renovado, de amplio respiro y con una mezcla de piedra y de diseño minimalista, laNao responde a las necesidades de una generación por tener acceso a plazas formales de producción, exposición, difusión, venta y análisis de su trabajo mediante tres ejes de acción: galería, incubadora de producción y un programa público”.
Hablo con uno de sus creadores: Ismael Sentíes.
¿De dónde nace laNao?
laNao es un proyecto que se tardó un año en levantar, y nace como hijo de otro proyecto, Cobertizo: una residencia artística en el Estado de México. A partir de ahí pensamos en un espacio parecido, pero más accesible a galeristas y a la venta más formal. Encontramos esta casa en la Condesa que por la pandemia no se estaba rentando. En la planta baja pusimos la galería y, en el piso superior, los estudios de los artistas, un cuarto de proyecto y la oficina. Hay una escasez de espacios formales para el arte emergente en la Ciudad de México por falta de apoyo de las instituciones o de los privados. Y los espacios emergentes que existen hacen una labor increíble y sobreviven a las duras, pero son espacios muy independientes que no tienen ningún protocolo, formalidad, capital en general, recursos, y funcionan en condiciones muy precarias.
Había un nicho en Mexico entre estos espacios muy independientes y galerías muy formales. Nosotros, por posibilidades que se presentaron, pudimos dar esto que sentíamos que hacia falta. laNao se enfoca en dar espacios formales a artistas emergentes.
¿Qué artistas están hospedando ahora?
Uno es Carlos Vielma, un artista de Saltillo nacido en 1982. Carlos se forma como arquitecto y trabaja con pintura, video e instalación. Sus temas son la frontera y el anhelo a través del paisaje.
El otro es Jorge Rosano, quien nació en 1984. Jorge trabaja mucho desde el pensamiento fotográfico, su obra de se concentra en encuadres y composiciones que buscan reflexionar sobre la relación entre el instante y su representación.
¿Y cuál es el esquema innovador de este proyecto?
Es un esquema nuevo porque tiene el espacio estructurado como galería, pero la parte operativa no es nada parecido al esquema tradicional de la galería. laNao no representa a muchos artistas, no cobra porcentaje, únicamente representamos a dos artistas. Más que representarlos yo diría que lo que queremos es ofrecerles un espacio de trabajo y, por lo que vale el metro cuadrado en la Condesa, un artista emergente no puede pagarlo: lo paga con la exclusividad y con la representación. Vimos también que a los artistas emergentes ya no les interesa tanto estar representados por grandes galerías, son carreras mucho más autónomas. Las redes sociales han cambiado mucho la dinámica clásica del mercado del arte. Ahora muchos artistas, mediante las redes, logran vender sus trabajos. Antes existía el papel de la galería que presentaba el arte al mercado, y es un esquema que para algunos claramente sigue funcionando. Pero nosotros pensamos el arte emergente con obras más accesibles, y también vemos que existe una exigencia propia del artista de ser más autónomo en el mercado, y tener más iniciativas independientes. Nuestros artistas no venden sus almas a la galería, no hay una relación de exclusividad, y creo que para ellos es muy enriquecedor poder seguir en el circuito underground y al mismo tiempo tener una formalidad.
Entonces, ante la exigencia de mayor autonomía y de no querer estar ligados a doble hilo a una galería, convertimos los estudios de los artistas en espacios importantes también para los coleccionistas y el mercado: los artistas se publicitan en Instagram y luego invitan a los compradores a sus estudios.
Esto es lo que vimos en estos últimos años. A partir de ahí, capitalizamos los estudios de los artistas como puntos de venta; generalmente los estudios están en áreas de la ciudad poco accesibles, en lugares que tienen rentas baratas.
¿Porque en la Condesa?
Nosotros también pensamos volver estos espacios el corazón del mercado del arte: la Condesa. La parte de la galería se maneja formalmente con exposiciones de una duración de entre seis y ocho semanas con curadores invitados; y nos interesa que sean jóvenes y no necesariamente mexicanos, pero sí que tengan incidencia en la comunidad artística nacional. Nos interesa responder a la precariedad en la cual opera el arte emergente en México. El cuarto de proyecto de arriba tiene proyectos de invitados. Nosotros lo entendemos como el interés de tener un brazo más versátil; al final, la galería tiene una programación casi anual. Ahora tenemos programado hasta febrero del siguiente año. En el cuarto de proyecto pretendemos tener una programación más flexible, que nos permita tener colaboraciones con otros espacios que nos interesan. Por ejemplo, ahorita en octubre vendrá una galería de Guadalajara y luego nosotros iremos allá. El cuarto es una moneda de cambio para seguir teniendo este tipo de colaboraciones.
Hasta ahora laNao ha realizado dos exposiciones Abrigo de rocas y Panorama. Abrigo de rocas, presenta el trabajo de artistas como Alicia Ayanegui, Carlos Vielma, Edgar Solórzano, Jorge Rosano, Lucía Oceguera y Maximiliano Rosiles, curada por Daniel Garza Usabiaga; y su ficha de presentación explica: “El interior doméstico ha acaparado la atención y ha sido objeto de especulación de numerosos autores desde mediados del siglo xix. Para algunos es una locación con el potencial de dislocar experiencias habituales en lo relativo a la percepción del tiempo y a las relaciones que se sostienen con los objetos. Esta exposición trata sobre estas experiencias comunes, que escapan de los vínculos que un discurso puede articular”.
La segunda exposición, Panorama, hospeda un número más amplio de artistas como Leonora Serra, Mariana Paniagua, Melissa Paredes, Claudia Luna, Anais Vasconcelos, Sumie García, Antonia Alarcón, Gonzalo García, Andrea Bores, Foreman, Omar Mendoza, Antonio de la Rosa, Joaquín Seguí, Ángela Leyva, Ángela Ferrari, Mónica Figueroa y Nora Sacristán, y fue curada por Pedro Ceñal Murga. Según su ficha de presentación: “Panorama es una exposición colectiva que reúne y articula la obra de diecisiete artistas emergentes cuyas prácticas reflejan algunas de las inquietudes estéticas más estimulantes de la escena actual. Las piezas exhibidas aquí se circunscriben a formatos bidimensionales, expresándose a través de la pintura, la ilustración, la fotografía y la interacción de superficies de trabajo con materiales propios de las artes plásticas y/o con objetos cotidianos”.
Finalmente, desde estas propuestas se puede ver la densidad, heterogeneidad y riqueza que ponen de relieve el carácter abierto y receptivo de laNao: un espacio formal para la exposición, difusión y desarrollo del arte contemporáneo emergente en el corazón de México.
Entrada a las exposiciones Comerse el ojo y 900 Territorios
Cartografía del tiempo, Carlos Vielma, polvo sobre papel, 2021
Obra del proyecto “Furia Norteña después de Siqueiros”, de Enrique López Llamas, parte de la exposición Comerse el ojo, para metabolizar la pintura
Vistas de la exposición Panorama. Obras de Alicia Ayanegui y Jorge Rosano
(Italia, 1985). Periodista, investigadora y académica. Se licenció en Comunicación en las universidades de Bologna y París. Ha realizado trabajos de investigación en España, Polonia, Argentina y México. Actualmente estudia el doctorado en Estudios Latinoamericanos en la UNAM. Es colaboradora de medios como La Reppublica y Milenio Diario, entre otros.